Desde el pasado 20 de diciembre se expone en el centro Lamusa y Servicios de Sariñena la colección de maquetas John Deere de Alberto Asín. Una colección formada por más de 100 piezas originales de la famosa marca de tractores estadounidense.
Descubre toda la historia detrás de esta exposición y a su coleccionista en la siguiente entrevista que realizamos a nuestro cliente y vecino de Albalatillo (Huesca), Alberto Asín:
1. ¿Hace cuánto tiempo se dedica a la agricultura?
Profesionalmente, desde el 2004, cuando tenía 24 años. Aunque somos una familia de agricultores desde hace varias generaciones.
2. ¿Siempre ha trabajado con John Deere? ¿Con qué otras marcas trabajó?
Mi abuelo empezó con un Lanz y después se compró un tractor John Deere 716, pero, cuando realmente confió en la marca fue con las primeras hilo 40, que eran unas JD autopropulsadas con un sistema de dirección de sirgas desde adelante hasta atrás. Algunas generaciones después han usado otras marcas como Deuz-Fahr, pero en mi generación volvimos de nuevo a los John Deere.
3. ¿Qué le hizo elegir John Deere frente a otras marcas?
Lo bueno de John Deere es que se trata de una marca que no se devalúa, que tiene su precio de mercado y que es mundialmente reconocida. Por lo que, cuando haces una inversión en maquinaria, no le pierdes el valor añadido que tiene. Y, el día de mañana como maquinaria usada, nosotros que les hacemos muchas horas, la devaluación es mucho más rápida y por lo menos el valor añadido no lo perdemos, cosa que con otras marcas si que perdíamos.
Además, el servicio técnico es muy profesional e instruido, cosa que en otras marcas no pasa.
4. ¿Cuál fue su primera maqueta de John Deere?
La primera máquina que tuve fue un tractor articulado, el 9520, con una sembradora de cereal arrastrada, la 1990 que la compré en el concesionario John Deere de Sariñena.
5. ¿Cuándo decidió empezar a coleccionar maquetas John Deere?
Por el año 2000-2001, cuando John Deere las traía en su catálogo de juguetes, empecé a comprarlas y cuando dejaron de incluirlas en sus folletos, como ya había empezado a comprar algunas, por capricho empecé a buscarlas y comprarlas por mi cuenta, aunque su precio casi se triplicaba.
Gracias al consejo y ayuda de mi prima, Loreto Asín, empecé a buscarlas por internet y a contactar con diferentes proveedores de juguetes de la marca ERTL de Estados Unidos y, también, con diferentes casas que me permitieron comprar maquetas importadas de EEUU e, incluso, de Canadá. Y eso fue lo que me abrió las puertas a seguir con mi colección, con nuevas piezas que no se comercializan en España.
6. ¿Cuántas maquetas tiene actualmente?
Contando aperos, que en muchas ocasiones se compran por separado, y las diferentes máquinas, sembradoras y tal, habrá más de 100 seguro.
7. ¿Dónde ha conseguido todas estas maquetas?
Fundamentalmente, en Estados Unidos, aunque algunas las he podido comprar por Amazon.
8. ¿Hay alguna artesanal?
Hay algunas que, aunque son fabricadas prácticamente con moldes, tienen acabados artesanales que los hace el propio fabricante. Por ejemplo, el mismo tractor lo tienes “normal” y otro en el que ya le han puesto pilotos, le han pintado el GPS arriba, le han puesto las luces de la cabina o le han pintado a mano el ciervo del morro. Son ediciones limitadas que saca el fabricante con todos estos detalles y que, prácticamente, cuestan el doble.
9. ¿Cuál es su favorita o favoritas?
Como venimos del mundo de las cosechadoras, pueden ser las que me gusten, pero realmente favoritas son todas.
La cosechadora 95 que traje de Canadá, me costó mucho conseguirla y al final fue una alegría. El modelo A también fue un tractor por el que luché, y ambos les tengo un aprecio especial. Luego también hay modelos que los tenemos nosotros en casa, entonces a esos modelos les pongo algo más de fijación. Los tengo en grande y en pequeño.
10. ¿Hay alguna anécdota que acompañe a estas maquetas?
Hace poco me pasó una en Lamusa, cuando las tenía todas preparadas para montar la exposición, fue un niño con su padre a comprar juguetes y le dijo a Manuel: “y este también” y se quedó Manuel mirando y dijo: “¿pero esté de donde lo has sacado?” y le dijo el otro: “de ahí, de ese montón” y Manuel le tuvo que decir “no, que estos no se venden, que estos son de la colección”. Había cogido una cortadora autopropulsada.
11. ¿Ha expuesto la colección en más lugares, a parte de en Lamusa y Servicios?
Hace años me la pidieron las amas de casa de Albalatillo y también en una feria de coleccionistas de Lérida, pero allí ya no las llevé. Aquí está al lado de casa y somos todos familia.
¡No olvides que todavía puedes visitarla en nuestro centro Lamusa y Servicios de Sariñena!